Las etiquetas rfid de baja frecuencia ( RFID LF ) tienen una longitud de onda larga y son más capaces de penetrar sustancias metálicas delgadas. Además, los sistemas RFID LF son ideales para la lectura de los objetos con alto contenido de agua, como frutas o bebidas, pero el rango de lectura se limita a centímetros o pulgadas. Las aplicaciones RFID LF típicas incluyen control de acceso y etiquetado de animales.
Este tipo de tecnología RFID también es muy usado en plantas de fabricación para identificar los diferentes palets portapiezas en procesos de montaje, así como en las llaves de vehículos como mecanismo de indentificación.
El tipo de antena usado es siempre el de antena bobinada para acoplamiento por campo magnético, con o sin núcleo, lo que hace que pueda controlarse el alcance del campo de radiación, lo que las hace muy efectivas para la lectura con posicionamiento, es decir para segurar que un determinado elemento está colocado en un lugar predeterminado, por ejemplo para decidir que un determinado palet portapiezas o gaveta ha llegado a un punto concreto de montaje, parada o desvío en una una cinta transportadora.